Son 7 versos que escribí leyendo a Joyce. Gracias, maestro irlandés.
La niñez es un soneto que acaba así:
Ah, la dolencia del adolescente
Ah, lo doliente de la adolescencia,
¿Por qué me dolerá tanto crecer?
Cuando niño, era yo tan inocente
No tenía disgustos, ni conciencia.
Necesito, más que quiero, volver.
Javier Soria. Πυροκρατες
viernes, 18 de junio de 2010
jueves, 3 de junio de 2010
Aunque hago un poco de trampa, pues el poema ya lo publiqué en otro blog, lo reescribo para Tinta y Ceniza, pues lo considero más adecuado para este lugar.
¡Una cerveza!
Mi vida, mis versos,
Esta mañana postrera de abril,
Esos pájaros (el pinzón, el verdecillo,
El ruiseñor…) los únicos
Que median entre el silencio y yo,
Por una cerveza, con aceitunas,
Y largas horas de conversación
Épica (el fútbol) o prosaica (nuestra
Contingencia) con uno cualquiera
De mis amigos.
Artemi
¡Una cerveza!
Mi vida, mis versos,
Esta mañana postrera de abril,
Esos pájaros (el pinzón, el verdecillo,
El ruiseñor…) los únicos
Que median entre el silencio y yo,
Por una cerveza, con aceitunas,
Y largas horas de conversación
Épica (el fútbol) o prosaica (nuestra
Contingencia) con uno cualquiera
De mis amigos.
Artemi
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