martes, 16 de noviembre de 2010
jueves, 16 de septiembre de 2010
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viernes, 18 de junio de 2010
Fin del soneto de la niñez
La niñez es un soneto que acaba así:
Ah, la dolencia del adolescente
Ah, lo doliente de la adolescencia,
¿Por qué me dolerá tanto crecer?
Cuando niño, era yo tan inocente
No tenía disgustos, ni conciencia.
Necesito, más que quiero, volver.
Javier Soria. Πυροκρατες
jueves, 3 de junio de 2010
¡Una cerveza!
Mi vida, mis versos,
Esta mañana postrera de abril,
Esos pájaros (el pinzón, el verdecillo,
El ruiseñor…) los únicos
Que median entre el silencio y yo,
Por una cerveza, con aceitunas,
Y largas horas de conversación
Épica (el fútbol) o prosaica (nuestra
Contingencia) con uno cualquiera
De mis amigos.
Artemi
miércoles, 19 de mayo de 2010
Noche en la ventana
lunes, 17 de mayo de 2010
Renacer
domingo, 9 de mayo de 2010
Va un poemita
¿Que por qué escribo versos?
Porque quiero pensar
que mi vida es un poema
y que a falta de biógrafos
buenas son tortas.
Artemi
viernes, 7 de mayo de 2010
La odió por amarla
a ninguno se le ocurrió que pudiera ser el otro.
Amos cargaban con demasiadas culpas para ver
que se habían llenado de tinta las esquinas.
Decidieron hacer como que estos
treinta y dos años no habían existido.
Se fueron con un simple adiós
e implícitos besos,
fueron de vuelta acogidos en sus alcantarillas
y allí dedicaron su vida a mutilar sueños.
¿La quiero? No, sí, no, sí, no
me da igual. Qué importa
ya si la quiero o no
cuando no puedo dejar de mirarla.
Desde la hez asoma la cabeza
que fatales daños ya le había causado:
Una vez se cortó los oídos
para volver a escucharla como antes.
Miguel Ginel
jueves, 29 de abril de 2010
Faltabas tú
Fui quizá olvidado por los Grandes que hicieron esto... Pero soy igualmente incapaz de olvidarles a ellos. A esos Grandes, a Tinta y Ceniza como ente autónomo que se autogestiona y nos trae a escribir haciéndonos creer que somos nosotros los que lo elegimos, a un Grande en especial, que tiene (como no podía ser de otra forma) un gran proyecto en mente, a todos los que siguen leyendo, a nadie, a infinita gente: gracias, por darme tantas oportunidades, la mayor y más satisfactoria: la de que disfrutéis con unos versos:
"FALTABAS TÚ"
Vi amanecer sobre Madrid;
No estaba tu boca,
Ni tus ojos,
Faltaba tu cuerpo
Pero tú estabas
Escuché una canción
Que me llevó a un lejano rompeolas
Y al cielo de Nueva York.
Faltabas tú
Pero estabas
Fumé;
El humo salía igual,
Sabía igual,
Mataba igual.
Faltabas tú
Pero estabas
Soñé contigo,
Con tu boca,
Con tus ojos,
Con tu pecho
Pero no estabas
El sueño, tan real,
Te hizo intangible:
Desapareciste
Para volver con mi despertar
Y besarme:
"Buenos días, cielo".
Javier Soria. Πυροκρατες
viernes, 16 de abril de 2010
Hoy: amarillo
Quien al lado te tuviera, dando vueltas alrededor o en el centro, la clase ha sido deprimente, faltaron sitios en el aula y las pocas sillas estaban rotas. ¿Adecuado? Es la pública, si quisiera quejarme tendría que presentar una instancia. Dichoso papel amarillento, mi carpeta rebosa de ellos. Sigo adelante con la clase, tampoco me parece tan mal, muy acorde con el tema de hoy: la lírica tradicional. Una clase tan hecha polvo como el espíritu de los que cantaban entre paja y hez. Ayer estuve cenando con Alessandro D’Avenia, escritor, la cabeza ha estado bulléndome todo el día con las frases de la cena, pocas cosas más han estado rondándome. No he sido capaz de retener siquiera alguno de los versos estudiados – ya es raro –. Alessandro venía a España a presentar su primer libro “Blanca como la nieve, roja como la sangre”. Reconozco, aunque pese, que no hice ni caso de la novela: las palabras de Alessandro me maravillaron. Nos pidió a los que estábamos aprender a pensar en colores, que lo intentáramos, sonaba bello, lo probaré, me dije, lo estoy probando, me digo. Y por la tarde al trabajo…
Hoy ha sido un día amarillo, no me preguntes por qué, pero amarillo.
martes, 6 de abril de 2010
Pedrera
He estado la Semana Santa Fuera, así que, como he escrito poco, sí que os regalo una imagen de mi último cuadro, a ver qué os parece.
La semana pasada la pasé en Roma. Diez días en éxtasis son capaces de hacer nuevo a cualquiera - lástima no haber aprovechado para escribir nada esos días. Además encontré a muchos viejos, casi olvidados conocidos, caras con las que salieron muchas cosas adelante.
Miguel Ginel
Nieve
Pero invariablemente eso llega a su fin, la belleza de la nieve suspensa sobre la hierva da paso a la mezcla negruzca de huellas, barro, orines y tierra. Este es un poema que habla de eso... o no...
Blanca, limpia, pura
Brillante, nueva, única.
Suave, simple, bonita.
Silenciosa, dulce, sencilla.
Blanca, nueva, bonita,
Sencilla, cálida...
La has tocado...
Era mentira.
Lo blanco tornó en gris,
Su limpieza en negrura,
Ahora mugre la que parecía pura.
Opaca, al ser antigua,
Monótona, aspera y fría.
Compleja, agria, ruidosa y dura...
Y fría, sobre todo fría...
Es qué no lo sabías?
Bajo la nieve
El asfalto yacía.
Jorge Soria
jueves, 25 de marzo de 2010
Re-entré
Representación es un término que, según como se tome, puede entenderse de varios modos. Te sugiero interpretarlo como más te guste, pero te propongo interpretarlo en todo su sentido. Representación porque ya me presenté en entradas más antiguas, y representación porque esto es, como nos llamó un gran amigo: “nuestra fiesta”. Entonces, visto lo visto, me invito a mí y a todo el que se apunte a participar de esta “nuestra fiesta”.
Escribo a todos los que me abandonaron, a todos los que me dejaron de lado, a todos los que se cansaron de mirar un blog en el que nadie posteaba. No es fácil recuperar un blog que ha sido abandonado tan cruelmente. Cuando los “miembros de la redacción” si es que se nos puede llamar así fuimos víctimas de la diáspora las cosas cambiaron bastante. Me imagino –querido Jorge – que desde Helsinki no debe ser fácil escribir; me imagino – Pablo – que estudiando una carrera de ciencias uno se olvida de las letras y empieza, lo quiera o no, a verse envuelto en una espiral de amores de cuatro duros con los números y las incógnitas; me imagino – Jesús – que el amor, al fin, ha cambiado tu vida.
Entonces, visto lo visto, quedamos pocos en pie, en concreto quedo yo y todo el que se apunte a participar de esta que llegamos a llamar “nuestra fiesta”.
No pretendo hacer con esto baluarte del autoritarismo, más al contrario, me gustaría realmente que esto volviera a convertirse en un foro de intercambio de ideas, de sueños, de intrigas, de ideales, de fantasías y poemas grasientos como lo fue antaño.
¿Y por qué vuelvo al origen? Pues por varios motivos:
El primero es que el dominio, que dábamos por propio, y que por cierto fue lo que logró hundir el blog, ya no existe. Cuando conseguimos la página web dejamos de lado a la madre que lo había engendrado, a todos los amigos que habíamos ido encontrando a lo largo del camino. Con estos amigos habíamos caminado mucho, muchos días, muchas horas de muchos de esos días. Y esto es lo que nos lleva al segundo motivo, entre todos estos había uno que llegó a ser –digamos – nuestro maestro, nuestro mentor. Él no ha abandonado como nosotros, el sigue publicando maravillas que enseñan de la vida de los hombres y de lo que los hombres hacen con ellas. Aprovecho y le felicito, por sus doscientas entradas ¡Juan enhorabuena!
Con un cigarro en la mano y las uñas, quizá demasiado largas para teclear, un poco doloridas, me acerqué esta mañana a su barra virtual. Encontré una entrada que me impresionó gratamente. Me pareció que le reflejaba completamente, le comenté y me dije: ¿qué hago? Nada, eso es lo que hacemos aquí, y mi pequeño lienzo, ya desgastado y polvoriento por el desuso, me deja esa oportunidad. Realmente he pasado tiempo dejándola correr salvaje, y llega el momento de volver a ponerle riendas.
Por eso, a todos los que me abandonaron, a todos los que me dejaron de lado, a todos los que se cansaron de mirar un blog en el que nadie posteaba, y a todos los que quieran asomarse por primera vez a mis pequeñas pinceladas de ilusión. De nuevo bienvenidos.